La aprobación de la ley 8/2021
En agosto de 2021 se aprobó una ley que reformó en buena medida el mecanismo de la incapacitación judicial en España, para los enfermos mentales y para cualquier otra persona que lo requiera. Estos son los cambios más importantes que se han introducido:
- Se pone fin a los conceptos ‘incapacitado’ e ‘incapacitación’ (aunque en este artículo seguiremos usándolos para facilitar su identificación).
- Se hace referencia a las medidas de apoyo como mecanismo de ayuda para el enfermo mental.
- La figura del tutor se reserva para los menores de edad sin emancipar.
- Se incrementa el control judicial.
- En su lugar, cobra protagonismo la curatela y la figura del defensor judicial.
- Tanto los funcionarios públicos como los familiares deben garantizar el máximo entendimiento por parte del enfermo durante el proceso.
Además, la reforma se ha aprobado con carácter retroactivo.
En resumen, lo que se busca con esta nueva normativa es terminar con la concepción del incapacitado como alguien sin voluntad y sin participación en sus procesos vitales. Ahora, se entiende que los deseos y las preferencias del incapacitado han de tenerse siempre en cuenta, en la medida en que esto sea posible.
El procedimiento de las medidas de apoyo jurídico por enfermedad mental
Sea cual sea la enfermedad mental del sujeto, lo preferible siempre según la nueva normativa es que sea él mismo quien inicie el procedimiento para solicitar medidas de apoyo. Normalmente el procedimiento se asocia a la incapacitación de personas mayores, pero como veremos no siempre va dirigido a estas personas.
No obstante, en muchos casos esto no es posible y es incluso frecuente que, de alguna manera, se oponga. En estos supuestos, y teniendo en cuenta las recomendaciones y veredictos médicos, se respetarán al máximo su voluntad y preferencias. Siempre se podrá solicitar una incapacitación urgente con las correspondientes medidas cautelares.
En cuanto a la solicitud, puede presentarla el afectado o cualquier persona allegada que vele por su bienestar y cuidado. Se trata de:
- Presentar la documentación médica: informes, diagnósticos, tratamientos, recetas de medicamentos… Cualquier dato que acredite el actual estado del enfermo mental es conveniente incluirlo en la solicitud.
- Comparecer: el enfermo y la parte solicitante son llamados por el juez para que presten declaración y argumenten, si es posible, sus posturas.
- Presentar más pruebas: a raíz de la comparecencia, es posible que haga falta presentar más pruebas documentales, para lo que los interesados dispondrán de cinco días.
- Resolución judicial: el juez determina cuáles han de ser las medidas de apoyo para el enfermo mental y quién y cómo se va a encargar de garantizar su cumplimiento de ahora en adelante.
Requisitos incapacitar a un enfermo mental
Tener una enfermedad mental, por sí mismo, no es un hecho que dé derecho a la incapacitación. Ha de ser una enfermedad lo suficientemente grave como para que impida al sujeto gobernarse por sí mismo con normalidad.
Veamos más detalladamente cuáles son los requisitos para la incapacitación de una persona enferma mental:
- Que la capacidad de decisión y la personalidad del enfermo se vean afectadas de tal forma que este quede inhabilitado para ejercer sus derechos y obligaciones.
- Ausencia o reducción de la capacidad de autogobierno del enfermo.
- Que la enfermedad tenga carácter permanente y no temporal.
Ahora bien, incluso en el caso de que se cumplan estos requisitos para la incapacitación judicial por enfermedad mental, el proceso no conlleva inevitablemente que el enfermo pierda ni sus derechos ni sus obligaciones. Los límites los establece el juez en cada caso y siempre velando por el interés del enfermo.
Enfermedades mentales que dan lugar a la incapacitación
Estas son las enfermedades mentales que más habitualmente terminan en una declaración de incapacidad:
- Esquizofrenia: los enfermos de esquizofrenia interpretan anormalmente la realidad, de modo que pueden llegar a padecer delirios, alucinaciones y otros trastornos graves del pensamiento y del comportamiento.
- Trastorno bipolar: se caracteriza por la presencia de cambios bruscos en el ánimo, de modo que el enfermo se puede sentir eufórico, enérgico, irritado, triste o deprimido en cortos espacios de tiempo.
- Autismo: esta enfermedad provoca, sobre todo, una percepción de la realidad y una socialización con los demás diferentes.
- Alcoholismo o drogadicción: el consumo excesivo de estas sustancias puede derivar en una reducción de la lucidez mental y en cambios en la percepción, el razonamiento, el movimiento y la atención.
- Trastorno obsesivo compulsivo (TOC): se basa en un patrón de miedos y pensamientos negativos que provocan a su vez comportamientos repetitivos e involuntarios.