¿Qué es y qué funciones tiene un defensor judicial?
Entrando ya de lleno en la figura del defensor judicial y en sus funciones, lo primero que hay que destacar sobre ella es que es quien ejerce la representación y la defensa de los intereses, de manera temporal, de las personas con discapacidad.
Y ¿cuándo se nombra a un defensor judicial? No en todos los casos, ya que su nombramiento se deriva de la incapacidad de la persona designada previamente para hacerse cargo de esas funciones. Esto sucede, por ejemplo, cuando hay conflicto de intereses.
En consecuencia, la del defensor judicial es una figura judicial, ya que su nombramiento se lleva a cabo mediante resolución judicial. Y es precisamente en base a esa resolución como tiene que actuar, haciéndose cargo únicamente de las funciones concretas que se le hayan encomendado.
El nombramiento del defensor judicial
Es, en cualquier caso, la Administración de Justicia la que debe nombrar al defensor judicial cuando sea necesario. Aunque su nombramiento también puede ser promovido por la propia persona con discapacidad, el Ministerio Fiscal o cualquiera que vele por el interés del sujeto.
No obstante, independientemente de quién inicie el procedimiento, la designación se llevará a cabo pensando en todo momento en los intereses de las personas con discapacidad.
Durante el proceso, se escuchará tanto al solicitante como a todos aquellos que figuren en el expediente en cuestión. El juez nombrará a quien considere más idóneo para cumplir esta función y a quien muestre una mayor voluntad de satisfacer los intereses del representado.
Posteriormente, se detallarán por escrito las atribuciones del defensor judicial y se inscribirá su nombramiento en el Registro Civil (siempre que entre esas atribuciones se contemple la administración de bienes).
Ahora bien, ¿cuándo corresponde exactamente nombrar a un defensor judicial? Para responder a esta pregunta, debemos distinguir entre los casos en los que el interesado es un menor o una persona con discapacidad.
El defensor judicial para una persona con discapacidad
En cuanto al defensor judicial para proteger a las personas con discapacidad, se nombrará en los siguientes casos:
- Quien tiene la encomienda de prestar medidas de apoyo no puede cumplir su función (en estos supuestos, habrá defensor judicial hasta que pueda volver a ocuparse de ello o hasta que se nombre a alguien diferente).
- Si se detecta un conflicto de intereses entre ambas partes.
- El curador de la persona con discapacidad presenta una excusa aprobada por la autoridad judicial.
- Si la persona con discapacidad no necesita una medida de apoyo permanente, sino puntual.
- Mientras se produce la designación definitiva del curador.
El defensor judicial para un menor
Se nombrará a un defensor judicial cuando:
- El tutor no sea capaz de cumplir con sus funciones, y solo hasta que pueda volver a hacerse cargo de ellas.
- Exista un conflicto de intereses entre los protegidos y sus representantes legales.
- Los menores no tengan progenitores o estos presenten intereses contrarios a los de sus hijos.
Conclusiones
En resumen, la figura del defensor judicial es de vital importancia tanto para las personas con discapacidad como para los menores no emancipados, cuando por cualquier motivo no cuenten con la protección adecuada a través de las correspondientes medidas de apoyo.
En esos casos, dichas medidas son promovidas temporalmente por el defensor judicial, que es designado por el juez y tiene la obligación de velar en todo momento por los intereses de su defendido.
Hay que tener en cuenta que esta es una medida temporal. Por tanto, el defensor judicial de un menor o de una persona con discapacidad dejará de serlo cuando cesen las circunstancias que motivaron su nombramiento.